Discurso de Fray
Antonio de Montesinos.
Tomando
como lema de su sermón la frase "Yo soy la voz que clama en el desierto"
(Lc 3, 4), que era la lectura del cuarto
domingo de abierto, proclamo: “Yo soy esa voz de Cristo en el desierto de esta
isla”. Y continúa así:
[Fragmento]
"Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y
morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid,
¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre
a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas
gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de
ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis
tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades,
que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor
decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de
quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan
misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas
racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no
entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan
letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no os
podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de
Jesucristo".
Fray Bartolomé de las Casas, Historia de las Indias.